Recetas de Postres y Dulces

 

CREMA CATALANA

 

 

 

1 litro de leche

8 yemas de huevo

50 gramos de fécula de maíz aprox.

150 gramos de azúcar y un poco más para quemar

1 ramita de canela y la piel de un limón sin la parte blanca.

 

 

 

Pon la leche en un cazo reservando un vaso para disolver la fécula de maíz. Con la leche debes poner la ramita de canela y la piel de limón. Lleva al fuego a media temperatura.

En un cuenco amplio vierte las yemas, el azúcar y la fécula de maíz, mezcla bien. Cuando la leche vaya a romper a hervir, retírala del fuego y viértela a través de un colador al cuenco de las yemas. No dejes de remover con una cuchara de madera para que se mezcle bien y no queden grumos, también puedes hacerlo con unas varillas.

Incorpora ahora todo el contenido del cuenco en el cazo y ponlo a fuego lento, deja cocer sin dejar de mover hasta que adquiera la consistencia deseada. Entonces vierte la crema catalana en las cazuelitas de barro. Deja que se temple a temperatura ambiente y reserva en el frigorífico hasta el momento de servir.

PASTEL VASCO

 

 

 

200 g de mantequilla

250 g de harina

2,5 g de sal

100 g de almendras en polvo

175 g de azúcar

2,5 g de levadura en polvo

2,5 g de azúcar avainillado

1 huevo grande

 

Para la crema

 

 

400 g de leche

200 g de nata30 g de azúcar normal

30 g de harina

2 huevos grandes

100 g de azúcar avainillada

1 pizca de ron

1 pizca de ralladura de naranja

 

 

 

 

En un bol echar la harina, la sal, el polvo de almendra, los azúcares y la levadura. Mezclar bien todo y añadirle la mantequilla en dados, un poco blanda. Mezclar bien todo con las yemas de los dedos. Una vez mezclada añadirle el huevo y amasar para que quede bien unida. Guardar en la nevera mientras hacemos la crema pastelera.

Elaboración de la crema 

Poner a hervir a fuego suave en un cazo la nata, la leche, la ralladura de naranja y el azúcar avainillado. Aparte batir los huevos con el azúcar unos minutos y una vez que la mezcla esté espesa y blanquecina, añadir la harina. Echar encima de los huevos batidos la leche hirviendo, mezclar bien y cocer al fuego, moviendo la crema con una varilla. Cocer hasta que hierva ligeramente, sin que se agarre y una vez hervido seguir 2 minutos. Echar el ron al final. Hay que tener mucho cuidado que no se pegue a la cacerola. Guardar la crema en la nevera.

Elaboración final 

Forrar un molde de pastel de 22 cm de diámetro y 4 cm aproximados de altura, con mantequilla blanda y azúcar. Estirar con un rodillo la mitad de la pasta y ponerla en el molde, apretando bien para que sobresalga unos centímetros del borde. Después echamos la crema pastelera fría sobre la pasta, alisando para que quede bien homogénea. Estirar la otra mitad de la pasta para cubrir la crema. Colocarla bien y cerrar apretando los bordes. Pintar la superficie con huevo batido para que al sacarlo del horno tenga un atractivo color dorado. Hornearlo entonces 45 minutos a 170°C. Dejarlo templar y comerlo tibio o a temperatura ambiente.

GOXUA 

 

 

 

 

200 ml de leche

½ cucharada de harina de maíz refinada

3 cucharadas de azúcar

½ cáscara de limón

1 nuez de mantequilla

1 huevo

100 ml de nata

2 bizcochos de soletina

agua

1 copita de ron

hojas de menta

1 vaina de vainilla

 

 

Antes de todo, hay que montar la nata y reservarla en el frigorífico.Después, hacemos la crema. Vertemos en una cazuela la leche (reserva un poco), junto con la vainilla y un poco de cáscara de limón y dejamos hervir. Luego reservamos.

En un cuenco colocamos la harina de maíz refinada y vamos añadiendo poco a poco la leche reservada mientras batimos para que no salgan grumos. Agregamos la leche de la cazuela, mezclamos bien y añadimos 2 cucharadas de azúcar, 1 huevo y batimos bien.

A continuación, volcamos la mezcla en una cazuela y le damos vueltas sin parar hasta que espese. Introducimos la mantequilla, mezclamos bien y dejamos enfriar la crema en un cuenco.

Seguidamente, ponemos una cucharada de azúcar en una sartén con una pizca de agua y dejamos que se disuelva el azúcar. Le damos un hervor y retiramos la sartén del fuego. Vertimos el ron y emborrachamos los bizcochos en el licor. Reserva los bizcochos.

Finalmente, coloca una capa de nata montada en el fondo de cada molde y encima un bizcocho partido por la mitad. Rellenamos los moldes con la crema, tapamos con plástico film y dejamos enfriar en el frigorífico. Retiramos el papel film, espolvoreamos con azúcar por encima y quemamos el azúcar con el soplete (o añade caramelo líquido). Decoramos con hojas de menta y sirvimos bien frío.

ARROZ CON LECHE

 

 

 

 

1/4 de kilo de arroz

2 litros de leche

1/4 de kilo de azúcar

Canela

Limón

Mantequilla

Anís

Sal

 

En una cazuela amplia, a ser posible que tenga un fondo grueso —antiguamente se preparaba en calderas de cobre y en fuego de leña—, se echa la leche, a ser posible natural —es decir, no pasteurizada—, el arroz, canela en rama, cáscaras de limón y una cucharadita de sal. Se deja cocer a fuego lento y removiéndolo con cucharada de madera con mucha frecuencia durante unas dos horas, añadiendo al final, cuando ya está cocido, el azúcar a cucharadas sin dejar de revolver. Si gusta muy dulce, se puede poner algo más de azúcar de lo señalado.

Si se hace el arroz con buena leche, no necesita la mantequilla, o solamente un trocito; en caso contrario, se le añaden unos cincuenta gramos de mantequilla al tiempo de retirarlo del fuego, más una copita de anís, que se puede poner según los gustos.

En su punto se pasa a una fuente, se espolvorea de azúcar y canela en polvo y se plancha o quema con un hierro. La canela, en caso de no gustar, también se suprime.

La costumbre de abrir antes el arroz en agua no es recomendable, pues pierde la cremosidad que le proporciona el almidón.

Existen distintos sistemas de hacer un buen arroz con leche; por ejemplo, se puede poner la mitad de la leche y un poco de agua al fuego, y después ir añadiendo leche templada a medida que se espesa el arroz; también se puede poner leche fría, es decir, «plasmando» el arroz de la misma forma que se hace con «les fabes». De los dos modos resulta bien.

Se sirve templado o frío.